viernes, 30 de abril de 2010

la lluvia también sirve para hacer las paces

Tal vez no era pensar, la fórmula, el secreto.
sino amarse y amar, perdida, ingenuamente.
Idea Vilariño



imaginas que el tiempo pasará en tus manos
en la cuna de tus ojos,
en la piel que viste de lunares
brazos y espalda.

nos cambia la mirada.
impermeable a tanta estupidez indecente,
endurecida a veces, no siempre del todo justa.

que tire la primera piedra
quien ande limpio de miserias.

mirada sencilla, un poco más,
dulce, por qué no,

existió una carmen de tres años
y una carmen de siete,
y una carmen de dieciseis.

y se llevan todas,
no se pierden por el camino.
no pesan.

llevarte contigo
es la existencia más leve.

Imaginas que el tiempo pasará,
que irás aprendiendo,
kilómetros y pares de ojos,
y cruzar ríos, comer naranjas,
y los besos en hoteles que no puedes pagar...

entonces suena una canción,
cierras los ojos,
estás en el mundo,
lo haces lo mejor que puedes

ya no tienes que perdonarte nada.




sábado, 24 de abril de 2010

y como canta albert, se me olvidaba decir lo que te vine a pedir...

no lo planeé.

me intuyo,
me veo venir,
sólo eso.

sigo escribiendo cartas mentales
a quien no va a responder.

a tí no te escribo para que te quedes cerca.
es natural despertar a media noche y encontrarte.
es natural que juguemos con el tiempo a nuestro antojo
que los volcanes nos regalen días y noches,
que pidamos vino,
me abraces
y nos bebamos la luz más líquida.

luz de ventanas abiertas
y miel
y piel reconocida.

ya no soy tan pequeña.
he visto las orejas al lobo
más de una vez.
hay quien ya no existe.
fui testigo.

hay daños sin culpa,
necesito pensar que es así.

ya ves, la descreída
necesitaba creer.

creer que se puede volver al blanco de las miradas limpias,
a las mañanas sencillas,
a lo de dentro sin heridas.

de repente
tengo la edad que tengo
los ojos más verdes
y todos los trenes,
todos los mapas,
contigo.

viernes, 9 de abril de 2010

una prueba de que me encantan las anécdotas sin importancia




hoy he descubierto que el autobús 328 me deja justo en la esquina de la comisaría de mi calle. de ahí salen los policías montados a caballo cada mañana.

en esta ciudad uno viaja en el tiempo con facilidad.

hace unos días me puse a caminar y de repente tenía 7 años.
llegué a una feria con tiovivo, noria y todo lo que corresponde.
sin querer metí los pies en un charco
y me puse perdidos los zapatos nuevos.

la verdad es que fui muy consecuente con mi domingo.