sábado, 2 de agosto de 2014

Quién no ha sentido alguna vez que ya ha llegado, cuando aún faltaba mucho por delante




Robert Edwin Peary fue un explorador estadounidense de principios del S.XX. 
Este contralmirante con bigote
afirmó haber sido el primero en poner los pies en el Polo Norte. 

Al principio todo fueron glorias y honores, 
hasta que empezaron a sospechar de si realmente había sido así. 

Algunos directamente lo tacharon de farsante. 
Otros, entendieron que estaba convencido de haber llegado al Polo Norte, aunque la verdad fuera otra. 

A mí Robert me da mucha ternura. 
Con sus pieles, 
y su pose decidida. 


Además,
las fronteras en los Polos deben ser de lo más confusas.