sábado, 29 de diciembre de 2007
adoro tararear
(se oye el tarareo)
el niño mueve los pies al compás de la música.
pararapapam
pararapapam
Consumo el cigarro
y cuatro carcajadas me hacen llorar.
Siempre
me gustó que me llamaran canija.
Tropezar de frente
con dos mujeres bailando un vals
na naaaa naa na naa
na naaaa naa na naaaaaa
Ella miraría esta fiesta de otro modo.
Reconocería en una cara
los restos de besos a escondidas
o el lugar exacto donde comienza
la cicatriz de un mal recuerdo.
pararapapam
pararapapam
ponme otra copa que hoy tengo sed,
y si puedes
sube un poquito el volumen de la música
que el pum-pum de mis latidos
hace temblar el suelo,
y la gente baila de un modo
desconcertante
ante mis ojos.
paaa ra ra pa pam paaa ra ra pam
paaa ra ra pa pam paaa ra ra pam
miércoles, 26 de diciembre de 2007
taras
se me escucha casi sin voz
... con el paso del tiempo
han sido muchas las cosas de mi misma
que he tenido que aceptar como 'tara'
y sé que no van a cambiar:
que siempre tengo los pies fríos.
que no sé ahorrar.
que cuando descubro una canción que me gusta
la escucho una y otra vez hasta aborrecerla
...
y que siempre pierdo la voz.
Esto último tiene explicación,
y es que la apuesto en cada juerga,
y ya se sabe...
no arriesgues si sabes que llevas perdiendo toda la vida.
¿o sí?
Hoy ha sido un día malo.
Pero sé que mañana será peor.
Y mucho peor pasado...
así hasta Nochevieja.
Y es que ya empiezo a notar
esa psicosis colectiva previa al día 31.
Mi mal humor se multiplica por segundos.
Me vuelvo insoportable. Pero es que...
no me gusta Nochevieja.
No me gusta nada de nada...
Siempre la odié.
Cada año me digo:
chica, pues lárgate tan lejos
que no puedan oírse campanas
ni botellas de cava
ni villancicos
ni hostias...
Pero nunca lo hago.
Y me emborracho
como una energúmena para soportarlo...
esa es otra de las cosas que no van a cambiar.
que no me gusta Nochevieja
y que me emborracho como una energúmena para soportarlo.
sábado, 22 de diciembre de 2007
Os deseo
que recodéis todo el tiempo
que estamos aquí
para pasarlo muy bien...
risas, besos, brindis, y movimientos pélvicos para todos.
miércoles, 19 de diciembre de 2007
correspondencia urgente
lunes, 17 de diciembre de 2007
bajas
Me contó mi padre que uno de los dos pajaritos ha muerto. No supo decirme cual, porque nunca les pone nombre. (Es raro. Yo que le pongo nombre a todo...). Me dijo que lo encontró por la mañana, y piensa que ha muerto de frío.
Yo sé que a mi padre le ha dado mucha pena, pero no me lo dice. Sé que se siente responsable, y es terrible sentir que algo malo ocurrió por tu culpa... aunque no sea así, es terrible.
Me cuenta que cuando retiró la jaula del que había muerto, el otro empezó a piar sin parar, desconsolado. Entonces se la puso de nuevo al lado, vacía. Dice que lo tranquilizó.
-
Hoy nadie cantó en mi casa.
jueves, 13 de diciembre de 2007
no remunerada
Aunque ya eché curriculums en la Luna como abrillantadora,
y en un jardín de jazmines, como reponedora en el depósito de fragancias .
martes, 11 de diciembre de 2007
jueves, 6 de diciembre de 2007
al abrigo de un limbo
el viento se esconde en las esquinas
y al doblarlas
te pega sustitos vivos
que levantan vestidos,
hacen bailar bufandas,
y enrojecen narices y mejillas
de puritito frío...
pero las calles de este limbo
huelen a tierra y candela.
Se baten a duelo el humo y la niebla,
y los gatos callejeros miran al cielo
son los testigos a oscuras.
Nada suena, nadie pasa,
pero las paredes respiran,
laten,
te ganan a pulsos,
por viejas,
por blancas,
por sabias.
Donde nunca pasa nada
porque ya pasó casi todo,
la nostalgia te cuenta cuentos hermosos
como aquellos que escuchabas siendo chica
preámbulo de los sueños,
justo antes de dormir.
martes, 4 de diciembre de 2007
y no me canso...
de su voz rota
de su mala lengua
ni de su verbo ágil...
y es que
siempre me cantó al oído
a la piel y al alma,
en mitad de verbenas y estaciones,
entre amigos y soledades,
a mi yo más derrotado
y a la más valiente de las locas que soy.