miércoles, 25 de febrero de 2009

empezaron a poner mesas fuera en los bares de lavapiés




M. es la enfermera de coleta alta
que no para de comer.
Me ha dicho que está de 13 semanas
y 2 días.
Camina de otro modo
y mira más suave.

Cuando voy a trabajar por las mañanas
vuelvo a casa al medio día
y en el metro van muchos niños.

Siempre pensé que los niños de las ciudades
tienen algo de adultos
por viajar bajo tierra.

No digo que eso sea bueno ni malo.
Son las cosas que yo pienso.
Cada uno que interprete.

Como cuando hablo de amor,
que a veces parezco muy fría,
y otras me derrito a la de tres.
De esto ya he hablado muchas veces...

'Ya me darás la razón cuando te enamores de verdad'
me dicen constantemente si me muestro sarcástica.
Y a mí me dan ganas de decir
'Ya me darás la razón cuando de verdad te desenamores...'

En fin.
El amor siempre fue un tema muy recurrente,
eso no lo pongo en duda.

viernes, 13 de febrero de 2009

estoy de pelea con las letras, con las comas y las tildes



hace un año me bañaba en una playa del sur
porque necesitaba que me llamaran valiente.

a las dos semanas
ya me había despedido de todos
y me enamoraba de Madrid.

Han sido muchas voces,
muchos pares de ojos,
los que acabé por reconocer.
Algunos volaron.
Para siempre o de momento.
Otros acaban de llegar,
como yo,
a pesar del tiempo que ha pasado.

A veces Madrid parece una estación de enlace.
Hemos venido aquí,
para tomar otro tren
y largarnos a otro sitio.

El tiempo que transcurra entre uno y otro
depende de ti.

Despedirse es feo y bonito a la vez.
Es un abrazo que
siempre será más corto de lo que sueñas.
Y maldices,
y te dueles,
pero qué extraordinario
mirarse,
y los lazos que unen las muñecas
y los brindis por la buena fortuna.

Aún no acabó mi tiempo por aquí,
esta vez les tocó a ellos...
Qué extraño, quedarse.

Amaneció un sol como el de aquella mañana
en que me bañé en el mar de una playa del sur
porque necesitaba que me llamaran valiente.

miércoles, 11 de febrero de 2009

este bebé de mirada ancestral es Julio Cortázar

M. ya tiene dos años
y pronuncia todas las palabras
de un modo impronunciable.
Mi madre lo llama 'rey'.
A mí 'tesoro'.
Me gusta la gente que acaricia
con las palabras.

Extiende los brazos
y vuela por toda la casa.
No le asusta la oscuridad
ni los tropiezos.

Para él los golpes que duelen
son 'topes'.
para mí
los golpes de la vida
son baches.

Hoy alguien me dijo
que por muy hondo que caigas,
siempre se sale.

... Se sale siempre, cielo.

Y esto se lo escribo a quien se lo tengo que escribir,
porque es justo que lo haga
y que lo entienda.

miércoles, 4 de febrero de 2009

tengo ganas de largarme lejos, sin avisar, para volver cansada y feliz



sigo repitiéndome que tengo el control,
que aguanto porque quiero
que fumo porque me gusta
que los días duros, son pequeñas pruebas que superar.

la que fui hace algunos años
no hubiese reconocido a la chica que soy ahora.
Qué complicada, qué sufridora, qué pequeña era...

Me gusta pensar que la imagen que proyecto
hubiera sido para la que fui entonces
una sorpresa de las buenas.