jueves, 28 de junio de 2007

calamidades y tareas


Tenía que tender la ropa de cuatro gigantes azules en mitad de la Plaza de la Mercé. Unas cuerdas muy gruesas y brillantes formaban una lujosa telaraña que cubría el cielo de la plaza. La gente iba llegando poco a poco. Gente sola, en silencio. Iban sentándose como indios, distribuidos de manera irregular, en el suelo de una plaza que jamás estuvo tan limpia. En el centro, una montaña de ropa azul, de los cuatro gigantes azules, que miraban desde lejos, camuflados en el cielo. Sentía el peso de centenares de pares de ojos que esperaban ver como haría para cumplir mi tarea. Y yo me miraba las manos, que parecían tan pequeñas, y después miraba la montaña de ropa azul de los cuatro gigantes azules, y me sentía encoger aún más. Llegué al centro de la plaza, y empecé a subir y subir la montaña azul, que con el peso de mis pasos, iba tornando su forma en la de una inmensa escalera de caracol. Me hizo sonreír y todos aplaudieron. Después de un rato, conseguí llegar arriba, a lo más alto. Casi rozaba la lujosa telaraña, y los gigantes azules me acariciaron la cabeza. Recuerdo que les susurré algo al oído. La gente volvió a aplaudir. Pero desde allí arriba los aplausos sonaban a lluvia...


entonces desperté, muerta de sed.

AMATEURS HOTEL


yo soy una amateur

y ya tengo habitación en el hotel

martes, 26 de junio de 2007

en el aire, esta canción

"y si un día me siento transformao,
y decido reorientar la dirección,
tomaré un nuevo rumbo sin prejuicios,
porque en el cambio está la evolución..."

últimos días en esta ciudad,
con la que tuve mis más y mis menos... Discutimos mucho, pero también supo respetar mis silencios.

De nuevo desnudar paredes
y llorar un hasta otra con cada abrazo...

pero aquí se acaba este cuento. Vendrán más...

domingo, 24 de junio de 2007

de celebraciones


- Hoy es mi cumple ¿sabes? por eso me llamo Juan... porque hoy es San Juan...
- Vaya, felicidades... y ¿cuántos años tienes ya, Juan? Debes ser muy mayor... ¿ocho? ¿nueve?
- Nooooo... ¡tengo seis! bueno... ya siete ¡que se me olvidaba!
- Oye Juan, y ¿te has bañado en el mar?
- ¡Sí! no está fría... pero mi madre me ha reñío mucho... ¿te has bañao tú?
- Sí... cuando tiraron los fuegos artificiales ¿los has visto? es que da buena suerte... ¡Esta noche es mágica!
- Mi hermana me ha dicho que hoy se cumple to' lo que pidas.
- Y tú ¿has pedido algo, Juan?
- Un montón de cosas... pero no se pueden decir, que si no no se cumplen... que me lo ha dicho mi hermana Lucía. ¿Tú también has pedío cosas?
- Sí. Yo también he pedido un montón de cosas. Pero una sobre todo... es que no quiero estar triste ¿sabes? a mí me gustaría reírme mucho, como tú...
- Bueno... es que hoy es un día chulo... me han regalao un montón de cosas... y ... ¿esas velas? ¿pa' qué las enciendes?
- Pues porque es tu cumpleaños, hombre...

jueves, 21 de junio de 2007

Harta

Ha sido así durante demasiado tiempo.
¿No creéis?

lunes, 18 de junio de 2007

instantáneas robadas


Parece francesa la mujer que trabaja en la panadería de ahí en frente. O eso me parece a mí... y es que tiene la misma nariz que los dibujos de mi libro de francés del colegio. En realidad se llama Rocío, y es de aquí del barrio. Así que de francesa sólo tiene la nariz.

Está casada. Lo sé porque tiene la manía de jugar con la alianza mientras espera que salga el ticket o que las señoras mayores consigan cuadrar sus cuentas. Habla mucho, y se ríe muy alto, pero no le importa lo más mínimo lo que le cuentan sus clientes. Eso me pone nerviosa. Pero me gusta que sujete su gorrito de panadera con horquillas de colores.

Conmigo no es amable. Es bastante seca, la verdad. Pero a mí ella tampoco me cae especialmente bien. Así que sin rencores.


FOTOGRAFÍA: Bruce Davidson

domingo, 17 de junio de 2007

viernes, 15 de junio de 2007

De criaturas mágicas


La niña tiene esa manía de susurrar secretos en los momentos más inesperados.

... quiero hacerme invisible.

Había una mirada muy triste tras esas gafas de pasta rosa.

de mayor seré detective...

Ocupaba rincones olvidados, siempre con un libro entre las manos.

Mi sueño es tener una biblioteca-laberinto...

Le hacen reír las palabras muy largas.

¿qué significa catastrófico?

Ella es pequeña como su nombre. Pero sé que crecerá tanto, y tan bien...

“El hada que coloreaba bosques en blanco”

Así se llama el cuento que me escribió. Porque es una niña de cuentos, sin hada madrina ni castillo. Y tiene que vivir en un lugar algo triste, pero es que la vida no la ha tratado bien desde que nació. Es mi niña preferida, con ese pelo amarillo sol. Ella le pone luz y convierte en magia, los fríos muros del centro de acogida.

miércoles, 13 de junio de 2007

de espacios y de tiempo



No me gusta poner cafeteras para mí sola, por eso refunfuño mientras pongo el agua y el café portugués que me manda mi madre en época de exámenes.

Se ha parado el reloj de la cocina. Siempre son las diez y veintiséis. Así que desayuno, meriendo y ceno cada día a la misma hora. Es raro. Me gusta. Así que no voy a cambiarle las pilas y siempre que me asfixie el ritmo de los días, podré tomarme un cafelillo portugués a las diez y veintiséis, todo el tiempo que quiera.

El primer año que viví fuera de casa, compartí piso con otras tres chicas más. Como era la nueva, la más pequeña (y la más tonta) me tocó la peor habitación. Un zulo lleno de muebles y una ventana que daba a un minúsculo patio interior. A metro y medio de mi cama, mi vecina cocinaba y fregaba los platos. No era una de esas vecinas que cantan copla y te hacen sonreír. Ni mucho menos. Esa mujer también refunfuñaba. Siempre parecía muy enfadada. Tal vez tampoco le gustaba cocinar o limpiar, o poner cafeteras para ella sola.

viernes, 8 de junio de 2007

herencias

Escribo diarios desde pequeña.

Siempre me gustaron las palabras,

y lo mágico de bordar instantes en el papel

y que queden,

que permanezcan.


Ese no se qué de lo perdurable.


Quizá simplemente preparaba futuras nostalgias,

como quien prepara una tarta de chocolate

imaginando cuanto disfrutará comiéndosela.


Me vino a la cabeza la imagen de mi madre

delante de la máquina de coser,

con hilos de colores prendidos a la falda.

Siempre con el mismo dedal

y la paciencia infinita que le dio la vida.


Siempre le ha gustado coserse sus vestidos,

y yo la miraba emocionada,

esperando

el momento en que me acercara los retales

ya pasados por la máquina,

para que le quitase los hilvanes.


Es una sensación que no olvido,

quizá por eso empecé con este vicio

de tejerme mis historias.



miércoles, 6 de junio de 2007

charlotte y el karaoke

yo es que
aún no he tenido la suerte
de topar
con algún insomne
a mi medida...

domingo, 3 de junio de 2007

engranajes secretos



F. me hizo reflexionar una vez más

acerca de los hilos invisibles que nos unen.

Me gusta pensar que estamos conectadas

con algún sistema sencillo y transparente,

que atraviesa el aire,

y gana el pulso a los kilómetros.


Me pasa con mis buenos amigos.


Ese sistema de hilos invisibles

nos amarran con fuerza cuando tropezamos,

y también nos avisan de hasta donde podemos llegar

para no hacernos daño.


Hablando de amigos,

y de hilos,

y de uniones,

me contaba F. de su amiga Pati,

la asturiana que pinta más en Extremadura que en Oviedo”,

eso me dijo, seguramente sonriendo.

Me dijo además,

que esa amiga suya a veces me lee,

y es extraño,

siempre es extraño (y mágico) que te lean.

Así que le dejo un beso

para que lo recoja la próxima vez que pase por aquí.


Yo le conté a F.

que unos hilos especiales me unen con Clara.

Quizá por eso conozco y comprendo sin problemas

su código secreto de palabras,

y ella conoce y comprende sin problemas

mi código secreto de latidos.

Le conté a F. el regalito rojo que me hizo llegar

y la sonrisa que me colgó en la cara.


...

Y es que a todos nos gusta que nos cuiden, ¿no?

Benditos hilos...