viernes, 27 de marzo de 2009

ya son las 2 de la madrugada




no es que la vida se haya ido al garete,
no es por eso que me cuesta dormir.

Son los bichos.

Los bichos de muchas patas
que pueden recorrerte la espina dorsal
en menos de 3 segundos.

Los bichos son el miedo.
Y no siempre es al revés.

Descubro capa por capa
esa vida que hay debajo
de las otras vidas que me cubren.

Lo real
no siempre se palpa.
Por eso no tiene temperatura ni tacto.

Retrocedo.
Qué afán tonto
pretender recuperar lo ya perdido.

Así que miro de frente,
cambio las sábanas
y les doy un ultimátum a los bichos.

Que me dejen vivir tranquila.
No voy a cederles ni media baldosa de mi cuarto.
Mucho menos lo sensible,
palpable o no.

No sé como cerrar el texto.
Quizá como un sobre.
Saliva en el borde.
Listo.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Una lince


http://laslinces.blogspot.com/

A mí no me dice un obispo
que no puedo decidir.




miércoles, 11 de marzo de 2009

si tú te quedas, pero hay alguien que se va

como hace tiempo decicí que todo esto era un simple diario, me permito contar cosas así

Kikí de Montparnasse

Ese chico-hombre (edad indefinida)
de pelo largo con canas,
que lee el periódico
y echa monedas a los músicos en el metro,
es mi nuevo amor camino del trabajo.

Coincidimos en el ascensor de Callao,
bajamos juntos,
esperamos los tres minutos,
subimos al penúltimo vagón
y me pilla mirándolo unas cuatro o cinco veces
hasta que llegamos a Nuñez de Balboa
donde ambos nos bajamos.

Tiene pinta de profesor,
qué guapo es.
Debe pensar que soy una tarada.

--

Eso es lo más interesante que me ocurre en el día a día,
ahora que me ha dado por cuidarme,
ver pelis japonesas,
y aprender a cocinar.

Porque cuidarse implica no salir,
no beber cual energúmena,
y por tanto,
reducir mi vida social
de una manera considerable.

Estoy en fase bloqueo para algunas cosas.
Como para los libros.
Necesito uno que me agarre.
Los últimos fueron tan buenos
que dejaron el listón muy alto.

Mientras no lo encuentre
seguiré suspirando por mi amor clandestino
en los viajes de metro.

miércoles, 4 de marzo de 2009

alguien desde Caracas buscó hace 10 horas y 3 minutos 'Que nombre tiene la persona que MIENTE Siempre?' y entonces, llegó a mi blog




al abrir el armario cayó un plato
y llegaron los pedacitos al final del pasillo.

Estoy algo nerviosa estos días.
Sé que pasa algo malo
pero no me lo quieren contar
para no preocuparme.

Ojalá me equivoque.

Hoy he visto llorar a una mujer en el metro
mientras un señor tocaba el violín.
Era mediodía y llegábamos a Alonso Martinez.

En el trabajo no he tenido ganas de hablar,
y eso es difícil si te pagan por hacerlo.

No quiero que esté lloviendo
por la mañana.
Quiero que todo ande bien,
me de el aire en la cara,
y me quite este no se qué
que me apaga el espíritu.