miércoles, 30 de enero de 2008

macedonia


Fumo. No demasiado, pero lo suficiente para querer dejarlo cada domingo. Los domingos son los días para dos. A mí me gusta que haya más gente. Alguna más. Comer golosinas y echar alguna partida. Ni ordenador ni Play. A mi me gustan los tableros-tableros, con fichas de verdad, de las que se pierden y se sustituyen por botones. No soy buena pareja, tampoco en el trivial, sólo sé contestar las preguntas del resto de equipos. Jamás conseguí un quesito naranja por mí misma... Me gusta comer cosas que no haya que cocinar. Fruta. Aceitunas. Queso. Me encanta el queso, y sólo en eso soy un poco rata (que ya lo dice el horóscopo chino). Yo es que cocino fatal. Por impaciente, pero sobre todo, por esa obsesión compulsiva por tener la cocina perfectamente ordenada.
Me gusta limpiar. Pero sin prisa. Limpiar despacito. Limpiar bailando. No sé vivir sin música. Pero no me vale cualquiera si no la elijo yo. Eso no significa que no tenga cds tales como el de Falete, los Grandes Éxitos de Pepa Flores, Golpes Bajos o Natalia Lafourcade. Tampoco sé vivir sin el café de por las tardes. Lo prefiero fuera de casa y después irme al cine. Sóla. Me gusta el cine sola. Porque no soporto que coman a mi lado mientras veo una película. Ni que susurren. Ni que se metan mano. Ni que respiren demasiado fuerte. A veces me aterra pensar esas cosas. Pensar que cada vez me gusta más hacer cosas sola. Pienso que soy cobarde. Mucho. Demasiado cobarde... lo que no soy es romántica (lo mío es ñoñería personal). Porque en realidad, no sé si me enamoré muchas veces, o ninguna. Depende del día en que me preguntes. Los días que no sé dar respuestas suelo salir de fiesta sin ganas, pero al final, siempre es pronto para volver a casa. No me conformo. Aunque cierren. A mí me gusta que nos pongan la última y barrer el bar. (El té de caramelo, el vino o los ginlemmons, saben quitarme más que la sed). Tengo pocos amigos. Pero tan buenos tan buenos, que podría arañar por ellos. Soy zurda de ideas y feminista. ¿qué pasa? y hay muchas cosas que me quedan por decidir. Y después tal vez decidir que me equivoqué. Y volver a arrepentirme... y así. Esas cosas me pasan mucho. También con la ropa. Porque me pongo cualquier cosa, sin pensar, pero es imprescindible que no combinen estilos ni/o colores. Luego en la calle, no me veo tan bien como en el espejo de mi habitación. Es más sencillo elegir zapatos. Hace mucho que no los uso de tacón, porque no me gusta mirar desde arriba, a no ser que esté volando. Me gusta mirar el mar desde la orilla, y cerrar los ojos. Pero yo siempre seré más de las piedras. Y hay algo (lo tengo muy claro) que jamás podré cambiar, y es que aunque las tenga cerca, en la mismísima puntita de la nariz, siempre siento nostalgia de las jaras...

domingo, 27 de enero de 2008

contra la mala sangre, mantén las manos ocupadas



Me he montado en el salón de casa un taller para hacer 'tutús'. Primero cortar, luego hilvanar, después ponerles la goma para la cintura... Mañana toca coserlos a la máquina. Nunca lo he hecho. Le voy a decir a mi madre que me enseñe. Mi madre tiene que enseñarme muchas cosas. Sabe coser muy bien. También puede cantar cualquier canción como si fuera una nana. O lanzar el diabolo más alto que nadie. Es una madre del todo. Siempre fue muy valiente... pero cuando yo era pequeña le daba miedo que me avergonzara de ella por ser más mayor que el resto de las mujeres en las reuniones del cole. Muchos pensaban que mi hermana era mi madre. Y mi madre era una abuela joven, pero abuela. A mi eso me hacía gracia y pensaba 'La gente no se entera de nada'- ... con el tiempo se ha dado cuenta de que hay cosas que a mí me importan muy poco. Entre ellas, los comentarios de gente que no me conoce en absoluto.

Mi madre dice que se ríe de todos los que hablan de crisis y luego se van de crucero o le compran al niño la videoconsola más cara. Dice que cuando abrió el bar y tuvo que pedir el préstamo, no se compró ni unos vaqueros en siete años. 'Niña, eso si que era una crisis permanente...' Mi madre es muy exagerada, pero tiene todo el derecho a serlo.

Por cierto, los tutús son para carnaval. Vamos a disfrazarnos de guarri-punk de la movida. Hemos visto mil millones de veces "El Calentito", he de reconocerlo. También reconozco que soy igual de exagerada que mi madre, aunque con mucho menos derecho.

jueves, 24 de enero de 2008

lindísima amapola

sería perfecto que
me llevaras al campo

a caminar o a tropezarnos
a coger flores o a dejarlas allí...

a perfilarte
de reojo
de frente
de todos lados,

a estudiar nubes
a subir cerros
a desrizar tus rizos...

a bailar sin música
agarradita de ti,
o a soltarme
para que me busques
y yo me deje encontrar
y coger
y salvar...

...

y el sol se amarre a nuestra piel,
nos entre una sed tremenda
y una encina nos dé la sombra
sin pedírsela ni nada..

Entonces bebemos vino
o comemos una naranja
o mejor me besas
o todo junto.
Tú, las naranjas y el vino.
Y tú, y el vino,
y tú otra vez.

Nos hacemos una foto,
desde abajo.
Para que se vea de fondo el cielo.

Reírnos tanto, nunca demasiado,
y que nos entre sueño,
y entonces cantes una canción
para quedarme dormida...

y ahora yo te pregunto
¿de verdad no descubriste
que dejaría de escribir estas tonterías
si pudiera estar haciéndolas contigo?


martes, 22 de enero de 2008

Se me olvidó que te olvidé...

GACELA DEL AMOR DESESPERADO

La noche no quiere venir
para que tú no vengas,
ni yo pueda ir.

Pero yo iré,
aunque el sol de alacranes me coma la sien.

Pero tú vendrás
con la lengua quemada por la lluvia de sal.

El día no quiere venir
para que tú no vengas,
ni yo pueda ir.

Pero yo iré
entregando a los sapos mi mordido clavel.

Pero tú vendrás
por las turbias cloacas de la oscuridad.

Ni la noche ni el día quieren venir
para que por ti muera
y tú mueras por mí.

FEDERICO GARCÍA LORCA

lunes, 21 de enero de 2008

la relatividad de los castigos


(una servidora, hace unos 20 años, qué gusto para las gafas...)

Hoy el pequeño E. me pegó en la frente la etiqueta de unos calcetines.
Le pregunté por mi precio,
y me dijo con los ojos como platos:

- Miiiiiiiillllll euuuuurossssss!!
- ¿mil?
- Sí, es tan caro que nadie podrá comprarte...

Ha sido lo mejor del día.
Así que voy a olvidarme del resto
que ya me hizo llorar bastante...

Mañana tengo cita en el oculista.
Quiero comprarme unas gafas verdes.
Pero no sé.
Últimamente no me hago caso
en nada de nada.

Recuerdo que de pequeña me encantaba ir al oculista
porque así faltaba a clase,
y un señor muy simpático
me echaba unas gotas mágicas en los ojos,
que ponían todo borroso
y me hacía llorar naranja.

Después me compraban un helado.
Y dejaban que fuera de los grandes
con dos bolas de chocolate.

Mi madre no podía regañarme si me ensuciaba la ropa
porque 'no veía bien'.
Y yo me aprovechaba de eso.

Ahora soy yo la que se regaña a sí misma.
Porque a veces no me porto bien
y me hago la tonta.
Pero conmigo es estúpido disimular.

Me pregunto si seguirá el mismo señor simpático
que me hacía llorar naranja.
Depende de como me porte conmigo
me compraré o no el helado.
Ya veremos...

viernes, 18 de enero de 2008

Cat Power - Crying, Waiting, Hoping

'Me miró y supe que me hacía falta.
Tanto tiempo me hacía falta.'

CRISTINA PERI ROSSI

lunes, 14 de enero de 2008

hay títulos sin título



me explico en voz alta

Serán infinitos
los naufragios entre tu cuello y mi oreja.
No es nuestra culpa.
No es mía,
ni tuya.

Hacen más ruido aquellas bocas mal-abiertas,
eso es terrible...

pero que no te confundan,
los susurros a medias
siempre ganarán más batallas.

Si te contara cuantos territorios conquisté
para liberar más tarde.
Si supieras cuantas veces soborné mensajeros
para cambiarle el color a las noticias,
para mandarte a cuenta gotas,
los cinco mejores sabores del mar...

Hoy
sin más
miré hacia abajo
y bauticé este suelo,
con el número exacto de letras
que forman tu nombre.

viernes, 11 de enero de 2008

Demasiado tarde para comprender

(se escucha)

no me vengas con lecciones de vida
tú que jamás apuraste
la penúltima copa de más.

No dormiste en una playa
ni viajaste sin billete
ni saliste sin paraguas
ni te fuiste sin pagar.

No me mires así,
no te engañes...
que nada de eso te pasó.

Bien sabes que
no besaste bocas sin nombre
ni probaste el lado malo
ni te bañaste vestido
ni soñaste de verdad.

jamás
¿me oyes?
jamás
te pasaste de la raya
ni destrozaste camas
ni sudaste ni fumaste
en sábanas sin bendecir.

no me vengas con milongas,
que no tuviste buenos tiempos,
y los de ahora no merecen mención

porque puede que todo esto te sirva
para llegar más lejos,
pero chato,

yo lo he pasado mejor.

miércoles, 9 de enero de 2008

sean ustedes bienvenidos

se escucha con un buen ritmo de fondo

tanto como nos quejamos
que si no nos gusta el mundo,
que si nada merece la pena,
que si ya no se le pone ilusión a casi nada,
que no se innova,
que nada es desinteresado,
ni gratuito...

os cuento que hace exactamente
29 semanas y 3 días
empecé a formar parte de un proyecto maravilloso.
Me instalé en un hotel
donde todo lo hermoso está permitido,
las paredes susurran
y muestran orgullosas
instantáneas,
huellas,
pasitos,
besos
de cada una de las personas
que pasamos por ahí.

Y no sólo eso.
Flexo, K y eMe son unos valientes
y no se conformaron
con crear a la criatura,
alimentarla, cuidarla
y mantenerla vestidita de nuevo, tan bonita...
sino que le hacen sonreír,
y nos hacen sonreír a nosotros,
y la sacan a la calle,
de paseo,
tan libre...

Entonces las palabras,
las notas,
las imágenes
se pueden tocar,
y vuelan
de un lugar a otro
sin otro destino que tus manos.
Las vuestras, sí.

Me cuentan que quedan habitaciones libres.
Estoy segura de que si leíste hasta aquí
haces bien entrando un ratito a ver, a mirar...

Son muy amables en recepción, de verdad.
Si estáis perdidos, si necesitáis un empujoncito,
también podéis recurrir a mí.
Suelo andar bebiendo gin-lemmons
con un sombrero rojo
en el bar del hotel.

Estáis en vuestra casa...
Adelante...

lunes, 7 de enero de 2008

*26 palabras para una frase




Cual a pasitos.
Pequeñas sacudidas.
Apresuradas. Tibias...


Chantal Maillard

Está claro que dejan de hacerte regalos bonitos para Reyes el año que reconoces públicamente que ya sabes que son tus padres quienes compran los juguetes*. Yo no recuerdo el momento en que lo descubrí. Pero sé que me hice la tonta mucho tiempo, hasta que llegó la bici con cesta, y el juego de Operación. Ahora las cajas grandes no son para mi, y eso me da rabia, claro. Pero ayer llevé corona toda la tarde. Siempre me toca la figurita del roscón. Al pequeño E. no le sorprende, porque piensa que tengo poderes, y veo a través de las paredes y de los bizcochos.

jueves, 3 de enero de 2008

¿cómo es la sombra de un baobab?



también se escucha
hay lecturas obligadas que son todo un placer
si se comparten con un ser inquieto por la vida
como el pequeño E.

Hay días que amanecen más despacio.
así,
muy lento,
suave y dulce,
como un pequeño vals...

y miras al cielo
mientras trenzas los flecos de la bufanda
o intentas levantar en tu cabeza
unos nuevos cimientos rojos
donde albergar princesas
magos
y carrozas encantadas...

Picoteo golosa
las miradas de quien sabe bien-vivir
y amar bien.

Hay gente que no sabe querer.
Que quiere muy mal
y luego hace daño,
llega incluso a dejar sin aire
a quien más necesita.

Yo una vez,
alguna vez,
también quise muy mal.

Ahora que ya no tengo prisa.
estoy aprendiendo cosas nuevas.
Que es mejor regalar
el más triste banco de un parque
que castillos de rejas doradas.

También he descubierto
que me gustan más los cariños
que no pueden nombrarse.

Estoy rodeada de criaturas mágicas
y ellos no lo saben.
Me pregunto si mientras se peinan
o se lavan los dientes
se dan cuenta de cuanto valor tienen sus manos
o su boca para mi.


Esta mañana me mandaron en un sobre
un privilegio mágico,
me dice que puedo
'de la mano de Casiopea,
ir muy leeeenta para correr más
o, como en el país de las maravillas,
correr para quedarme en el mismo lugar..."