hubo un tiempo en el que me hacía temblar
recibir noticias suyas
y no recibirlas.
es curioso.
soy consciente del paso del tiempo
por cosas tontas como
no recordar qué día de la semana nos conocimos,
o que día de la semana, ella dejó de existir.
hoy vengo a hablar de la chica-secreto.
me tomo la libertad de hacerlo
sin remover amarguras.
han ocurrido algunas cosas desde que murió:
sé querer.
aprendí a llorar.
no me siento culpable.
a veces sueño con ella y siempre sonríe.