lunes, 27 de agosto de 2012




tengo mala memoria
y manías.

podría contarte la historia del hambre,
también la de la desgana.
no tengo conciencia de quien soy
es una vieja táctica para no darme miedo.

respiro.
tecleo los pasos que doy,
te ando llamando a gritos.

me siento más cuerpo,
más ojos abiertos, más piel,
más duda, más humo,
más bruta de huidas.

voy a dibujar la silueta de mi sombra para no perderme de vista,
para atarla a las patas de la silla,
para poder salir despavorida
y regresar cuando el instinto arañe.

hay alguien que escribió sobre mí

junto alguna ventana abierta.