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Blue girl, KIKI SMITH

es asombroso el hecho de que cada mañana nos levantemos cuerdos, después de haber pasado por esa zona de sombras, por esos laberintos de sueños...

(Groussac).

caminas más tranquila sabiendo
que al final siempre llegas.

que se enredan palabras nuevas,
ojos, voces, y esa luz limpia,
a cada paso que das.

que quieres contarlo,
que casi nunca comprendes del todo,
que te sientes inciertamente sensata
con tu papel de aprendiz de ti misma.

hay tormentas que duran cuatro días...
pero no es el estado permanente de las olas,
morder con furia la orilla.

recibes cartas serias,
te has hecho mayor para algunas cosas;
pero tienes el momento de cara
los minutos,
las ganas,
todo prendido en las muñecas.

pienso muchas tonterías cuando viajo en metro.
pienso muchas más cuando me canto canciones por dentro
y todo el mundo en el vagón parece bailarlas.

hay noches para reconciliarse.
habrá alguna mujer cosiendo a estas horas,
un niño soñando que vuela,
un perro sin pulgas ni frío.

hay flores que huelen a tierra.

esta noche soñé que el techo de mi casa
no era otra cosa que el cielo.

las cosas importantes me importan, y las demás, pues no

escribo por todas partes.

por la calle, en el metro,
en los cristales de los escaparates.
en el cielo, en el agua
en las prisas
en el abrigo de las señoras
en las rejas de los balcones,
en las sábanas,
en mí.

sin tinta,
lo estoy poniendo todo perdido de letras.

pero siendo consecuente,
lo dejo todo igual de blanco
que al principio.