yo nunca había pintado mujeres con café
hasta ayer a media tarde.
mis manos no entienden de pinceles,
ni lo pretenden.
mi manera de mirar, tal vez,
es una forma de lectura
y no sé hasta que punto
puede llegar a ser incompatible
con los lienzos.
en realidad, no puedo asegurar nada.
me paso la vida acercándome a todo
como si fuera la primera vez.
excepto algunos días en los que me puede el cansancio
y de repente
todo se gasta y pierde brillo,
siento mucho más contaminado el aire de madrid
y las prisas me torturan el corazón y los pulmones.
esos días sueño con salir corriendo
y llevarte conmigo cerca del mar.
siempre me gustaron los personajes de los libros que
de alguna u otra forma
se permiten el lujo de huir.
4 comentarios:
quizás sea el momento de ir al bingo y apostar todo por el 2666 :)
qué pena que eso, el huir, nos parezca un lujo, ¿verdad?
Yo seguiría pensando en rosa amalfitano,que por cierto es toda una belleza de color y de costa...
Un lugar maravilloso para refugiarse cerca del mar;escápate hasta allí..., aunque sea en sueños,amiga.
Te dejo mi abrazo mas entrañable.Besos.:-)
Me dejas siempre con el aliento ante estos maravillosos poemas..
Lo sueños que nos acarician el alma.
Un abrazo
Saludos Fraternos...
Sabía que te enamorarías de Rosa. :)
Yo lo hice. Absolutamente. Aunque su nariz rebosase. Yo también quería huir cuando leía ese capítulo.
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