domingo, 5 de abril de 2015

una vez crucé un desierto de sal, y no sólo como imagen poética


ahora que estoy que muerdo
de ira y de amor

que siento la fuerza y la sed de otra manera
que los malos no me dan miedo
y camino descalza entre cactus cubiertos de flores

reabro la ventana.
y por si fuera poco,

sigo viva.


3 comentarios:

Beauséant dijo...

a veces uno muere un poquito y luego toca volver a vivir, ¿verdad?

con el tiempo va siendo más fácil hacerlo...

Carmen dijo...

siempre he confiado en los renaceres. después del silencio, ya no asusta el susurro ni el hablar a gritos.

un abrazo


Brisa dijo...

A mi también me gusta sentirte viva, llena de aire, respirando palabras...

Un abrazo fuerte ¡