otra vez las ganas de
escribir.
como de fumar o de subir a una azotea.
sin televisión que suene de fondo
ni lluvia
ni cafetera silbando en el fuego,
leo historias de cuando Joyce era un
crío
y el bus se llena de esa niebla
que imagino
baña Dublín por las noches.
he perdido la cuenta de las ciudades a
las que me imagino llegando con maletas.
he perdido la cuenta de las llaves que
llevé en el bolsillo,
de los ritos antes de subir la escalera,
de las ventanas que dejé abiertas para
sentir
el frío azul
cuando amanece
llévame a una ciudad donde podamos
bailar por las noches,
caminar borrachas por la calle,
comprarnos sombreros como los de Nora Barnacle,
cambiarnos el nombre para los
desconocidos.
6 comentarios:
Melancólico y encantador.
hola, carmen, pues sí que andas lejos....
gracias por tu visita, actualizo poco pero no abandono.
no dejes de escribir, como siempre, a tu paso.
besos
Ainssss qué alegría....
Gracias
yo aprendo versos
a partir de hoy
en mis ratos libres.
tengo gramática de versos en la vida
vocabulario de versos en los libros
y fonética enrevesada en los silencios
cuando literatura interna
sale con literatura externa
entonces se lían y emborrachan.
las dos literaturas, poderosas, viceversas
edifican, a su gana, ciudades convexas,
sólo hay que imaginarlas
y emborracharse de mitificarlas.
besos de versos,
historias creadas,
los grises se diluyen,
brutas soltadas...
Hola guapa, bonito blog el tuyo,
que tengas una buena semana.
un saludo.
Qué bonito, tienes alma de poeta... he leido un post antiguo sobre la niña de zapatos verdes y me ha enganchado. Un saludo.
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