viernes, 8 de junio de 2007

herencias

Escribo diarios desde pequeña.

Siempre me gustaron las palabras,

y lo mágico de bordar instantes en el papel

y que queden,

que permanezcan.


Ese no se qué de lo perdurable.


Quizá simplemente preparaba futuras nostalgias,

como quien prepara una tarta de chocolate

imaginando cuanto disfrutará comiéndosela.


Me vino a la cabeza la imagen de mi madre

delante de la máquina de coser,

con hilos de colores prendidos a la falda.

Siempre con el mismo dedal

y la paciencia infinita que le dio la vida.


Siempre le ha gustado coserse sus vestidos,

y yo la miraba emocionada,

esperando

el momento en que me acercara los retales

ya pasados por la máquina,

para que le quitase los hilvanes.


Es una sensación que no olvido,

quizá por eso empecé con este vicio

de tejerme mis historias.



24 comentarios:

M dijo...

Es una herencia preciosa, que perdura sin devaluarse...


Un beso,
Hilda

claradriel dijo...

Qué bonito, Carmen!!
Tu madre y tu infancia te han dejado buena herencia, como dice la viuda, y tú nos dejas, a través de ella, retazos preciosos de emoción.

Sabes que mi madre es modista y en mi buhardilla tenemos un 'tallercito' casero?? Aprendí tantas cosas de sus puntadas...
Algún día intercambiaremos palabras de la infancia, en mi cuarto hay un armario de diarios, llenito de pensamientos de mini-Claradriel en todas las épocas de su vida.

Sigue siendo increíble, tú ya me entiendes. Y parece no tener fin.

Anónimo dijo...

Yo también jugaba con retales de pequeño. Y también recuerdo a mi madre tras una máquina de coser. Aunque en su caso eléctrica.
Los 80 se llevaron la salud de cientos de lumbares de abnegadas madres en Catalunya. Todo por darnos la vida.

Fernando García-Lima dijo...

¿Consistirá la vida en un permanente "preparar futuras nostalgias? Hay veces que me pregunto si no somos puro recuerdo.

Anónimo dijo...

Hola Carmen!!!
Siempre me sorprendo contigo, mi wapi tenemos tanto en común. Diarios o libretas que han adoptado esa forma, y ahora esparciditos en mi blog esos retales pedacitos de mi.
Todos tenemos en nuestra memoria una máquina de coser, mi abuela es la que continua sentadita en ella y yo por ahí a su alrededor con los retales como trofeos de gran valor, gracias por traerme esos recuerdos o nostalgias. Es siempre un placer leerte...
Un Puñadito de Besos

Naty dijo...

Bordar esos instantes en papel son quizás una forma de robarle lo fugaz al momento... Escribimos por el deseo de eternizar...

Anónimo dijo...

pero qué primaveral productividad! qué banquete nos regalas esta semana, mujer.
Te dejo un beso entre los hilos, por si te apetece bordarlo. Confieso que me encantaría ver el resultado :)
Hermosa entrada. De un sosiego maravilloso. Gracias.

Anónimo dijo...

Tejer historias...

Gwynette dijo...

..y de aquellos barros vienen estos lodos! :-)..se empieza haciendo un diario y acabamos en un blog, compartiendo.

Me has evocado un momento Singer que también he vivido..

Cariños de alcachofa

Anónimo dijo...

Querida Carmen bonita manera de hirvanar historias y encadenar recuerdos.
Me gusta leerte
Besos

Irene dijo...

Con hilos de colores: azul, rojo fresa, y mucho violeta.Coseremos en cada herida del mundo un cuento con sonrisa de niño.

Tejiste a mi piel tus sueños de hilo y con ellos me hice una bufanda de colores.

Irene dijo...

Un beso violeta de domingo! =)

tron dijo...

pues si de ahí te viene prender con todos esos colores con los que tejes tus historias, no puede haber mejor herencia ni mejor forma de llevar esa emoción con la que la mirabas muy presente...

(qué bien volver a leerte con estos hilos nocturnos!)

beso.

Anónimo dijo...

¿Conoces el dicho: Cosiendo y descosiendo va la niña aprendiendo? Así te veo yo, Carmen, muy atareadita y muy mañosa cosiendo un maravilloso presente para vestir un brillante futuro.

Isabel dijo...

Somos todo lo que hemos vivido;los recuerdos son nuestras puntadas:algunas hilvanadas,otras zurcidas...
Las mejores seguirán muy bien bordadas encima de nuestro corazón,amiga...
Hermoso recuerdo y bella forma de contarlo...
Besos.

Anónimo dijo...

uy! dónde andarás tejiendo historias mujer? te extraño, pero seguro que las historias valdrán plenamente la espera!
Abrazo

Carmen dijo...

Hilda, siempre me gustó presumir de madre, por todo lo que me dejó y me deja, con cada cosita que hace. Un beso, guapa

Clara, ayyyssss gracias. Vaya, compartimos infancias de retales y patrones... yo aprendí muchas cosas, pero no aprendí a coser :-) aunque sí a quitar hilvanes, pegar botones, hacer bufandas de punto :-) algún día hablaremos de tantas cosas tú y yo. Y te cuente que también tengo un armario, lleno de cuadernos de una mini-carmen que andaba como loca en un mundo que no terminaba de cuadrarle del todo :-) sí, sigue siendo increible, preciosa. Un beso grande

José Luis la máquina dónde cosía mi madre era la de mi abuela. Una singer preciosa. Luego compró otra, pero no eléctrica. Pura nostalgica, como yo... mi madre se dejó las lumbares en el sur de Extremadura :-) Un beso

Fer, espero que no. La nostalgia es el resultado del efecto rebote de lo vivido, de lo sentido y disfrutado. La vida es este segundo. No se puede ser puro recuerdo, no se puede vivir anclado en el pasado. Pero vaya... esa es mi humilde opinión :-)

Carmen dijo...

Sari, gracias guapa, por tu dulzura siempre. Es bonito descubrirse en los ojos de los otros de vez en cuanto. Me alegra que te descubras en mis letras. Un besote

Naty :-) eso es. Se escribe por muchas cosas, también por eternizar. Yo simplemente, no sé otra manera de existir. Un besote

aylén :-) jajaja muchas gracias, siempre tan amable. Bordar besos, eso es toda una imagen. Prometo intentarlo, te contaré de los resultados, a ver que tal... De verdad, gracias. Un besote

Niha pues sí :-) tejer historias.

Gwynette :-) siempre me gustó esa frase. Bendita Singer, aún sigue en pie y dando guerra. Un beso, dulce.

Carmen dijo...

Francesca muchas gracias, guapa. Me alegra que te guste. Un besote

la niña perdida tú y yo hablamos mucho de hilos de colores, de puntadas... te diste cuenta?? :-) Me gusta tu comentario, me gusta mucho. Un beso verde de martes :-)

tron, pues sí, que bien tenerte de vuelta, eso ya lo sabes... ;-) Gracias por tus palabras siempre. Un besote

Sirenita ohhhh me encanta la frase! Y que maravillas me dices, guapa. Deberías aprender a creerte un poquito todo lo que eres, y todo lo que vales, ya sabes de que te hablo, eh? Ayyyyy un besito!

Isabel “algunas hilvanadas, otras zurcidas...” sí, así es... y las mejores bordadas en el saquito que envuelve el alma. Muchas gracias. Un besote

aylén, ya estoy de vuelta (más o menos) no paro últimamente, y el calor hace estragos en mi cabecita. Intentaré contar algo pronto, pero a esto no se le pueden poner plazos ;-) Un beso grande

thirthe dijo...

y a mi me encantan tus bordados de palabras...y no sé qué tendrán las máguinas y los hilos y los hilvanes que a mi también me traen buenos recuerdos.
besos

Anónimo dijo...

Gracias thirthe... quizá esos hilos, esas costuras, no lleven de la mano a la casa en la que crecimos, y es una nostalgia muy dulce.

Un besote, guapa

Lydia dijo...

Es curioso. Siempre que veía a mi abuela atrapada mágicamente por su máquina de coser quería verme yo de igual modo, pero no hay manera.
Y sí, yo escribo porque no sé coser. Lo tengo claro.

Besos guapa.

Alice ya no vive aquí dijo...

Son estas pequeñas cosas que hilvanas para nosotros lo que te hace tan única, tan especial, pequeña Carmen.

Es esto, sin más :-)

Anónimo dijo...

Dsd, :-) yo escribo porque no sé coser, ni pintar... casi ni fotografiar ;-) Un besazo guapa

Alice, muchas gracias, preciosa. Pero todo sería más feo si no encontrara a gente como tú por aquí. Un beso, mi niña