lunes, 17 de septiembre de 2007

secretos



"La gente sin imaginación cree que los demás también llevan una vida mediocre"

E. VILA-MATAS


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'Nicolás llora lágrimas muy dulces' - piensa Elsita- 'debe ser porque nació muy lejos del mar y no conoce el sabor de las olas'. Lo descubrió aquella tarde al besar las mejillas de su amigo, intentando consolar su pena de niño asustado.

Elsita pasaba muchas horas en casa de Nicolás, y con el tiempo había aprendido a descifrar las miradas de aquel niño tímido de ojitos color canela. Algunas tardes ni siquiera se dirigían la palabra. Disfrutaban de su compañía y respetaban el silencio del otro. Entonces aparecía en el cuarto de su hijo la hermosa señora Ruth, como escapada de un cuadro de Sorolla, casi siempre vestida de blanco. Era el momento en que Elsita inventaba conversaciones con las que esconder a la madre de Nicolás que hay tardes en las que su hijo está muy triste.

'Me ha contado Nicolás - comentaba vivaracha Elsa - que esta noche soñó con un gran barco pirata, que cruzaba la ciudad y todos salíamos a fotografiarlo... que raro, verdad Ruth? como vamos a quedarnos tan tranquilos si vienen los piratas...?'

Elsa notaba como Nicolás le daba las gracias con los ojos y a ella le bastaba. Por eso inventó conversaciones, tardes enteras... inviernos completos para la señora Ruth. Y es que desde que su pequeño se puso enfermo a penas salía, y siempre estaba pendiente suyo, haciéndole cariños y regalos.

En ese tiempo, Nicolás se hizo muchas promesas. Se prometió a sí mismo que el día en que se recuperase, le tocaría contar a él una gran historia, en la que el final feliz sea enterito para Elsa.. Pero mientras tanto le cambió el sabor a su llanto, para regalarle lágrimas dulces a cambio de historias y secretos.

17 comentarios:

Unknown dijo...

Cruce de caminos: aquí una miguita, allá otra...

Irene dijo...

Tus preciosos cuentos...
Lágrimas dulces.
Sonrisas de azúcar para seguir endulzandonos.

*Tú estás llena de imaginación así que de mediocre, nada.

=)
besos Carmen.

Naty dijo...

Carmen: Siempre es placentero leerte (aunque a veces nos dejes unos cuantos días en ayuno)... Un abrazo :)

PD. ¡Hey! Hay alguito en mi blog que te pertenece, pasa por allá, te espero ;)

claradriel dijo...

Qué bonita historia, qué niños tan profundos.

Yo creo que, en cierta forma, se pertencen. Ese será mi final feliz.

Besos, bonita.

M dijo...

Como me ha gustado que me cuentes este secreto...¡¡

B x C

Isabel dijo...

La gente sin imaginación no es capaz de llegar tan lejos y hondo como tú llegas con tus escritos,Carmen...
Precioso...Un besazo.

Anónimo dijo...

Gracias. Es un regalo precioso.

Naty dijo...

La amada compañía que pone dulces las lágrimas saladas (y va sanando las enfermedades del corazón, esas fulminantes, que van matando de a poquito, lenta y dolorosamente)... Amor que no sabe guardar secretos :)

Eva dijo...

Qué maravillosa amistad. Seguro que es de las que dura para siempre. No puede haber otro final con esos momentos compartidos tan bellos.

Una vez me decías que no sabías contar historias, sólo juntar pensamientos. Pero no es cierto. Tus cuentos son preciosos. Tienes que escribir más.

Un beso.

eMe dijo...

...qué preciosidad de cuento, qué se me saltan las lagrimas y estoy en el curre...sin palabras...un beso enorme!!!

Fernando García-Lima dijo...

Tienes poca piedad con tus fieles condenándolos a tan poquitas entradas (y que mi comentario no signifique presión sobre tus hombros, ¿eh?) :-)

Muy chulo el relato y preciosa cita de entrada de Vila-Matas. No la conocía. La tomo prestada con tu permiso.

Un beso

Anónimo dijo...

Alfonso memoricemos el camino, no vaya a ser que los pájaros terminen empachados ;-) (beso)

La niña perdida, siempre tan dulce, como estas lágrimas de Nicolás :-) nada de mediocres mientras sigamos siendo niñas/os. Un besazo, linda

Naty ayyyssss muchas gracias por ese alguito que es mucho, de verdad. Me encanta encontrarte por aquí, claro que sí. Y puedo prometer y prometo que intentaré ser más constante, pasar más y dejar cositas… pero es que a veces intentar no es poder, ya sabes. Un besito

Claradriel ¿quién es claradriel? :-) hola preciosa, gracias gracias gracias, no sé, por todo. A ti ya te he mandado un buen taco de palabras, diciéndote todo lo que necesitaba decirte, así que poco más, un besazo, mi niña. Y sí, se pertenecen :-)

Anónimo dijo...

Viuda de Tantamount y a mí que me lo guardes! :-) besitos

Isabel, muchas gracias también a ti, siempre tan amable, de verdad. ¿cómo tener malos días leyendo dulzuras como las que me dejáis? Un abrazo grande

Aylén, también es un regalo estar de vuelta, y leerte aquí :-)

Naty :-) por algún lado debe salir el amor, tan guardadito no puede aguantarse :-) más besitos

Anónimo dijo...

Eva, claro, para siempre! Ayssss me miras con tan buenos ojos, niña del mar! Muchas gracias. Un besito, los que quieras

eMe ayyyyy mi niña que no pasa nada por soltar alguna lagrimilla! Jeje si te contara mis “aventuras de llorona” te reirías mucho, guapa! Muchas gracias, y siento el apuro jeje Un besazo!!

Fer, jaja vaya, qué presión! De verdad que una hace lo que puede, a veces la cabeza anda vacía y la caja torácica, y el corazón y no me viene palabras a los dedos… otras, cuando salen, no encuentro el camino para dejarlas por aquí. Gracias por la parte que me toca, y sí, buena cita, eh? La saqué del libro “París no se acaba nunca”, que no es un gran libro, pero sí un manual de referencias. En fin, no me enrollo más jeje Un besito

Anónimo dijo...

Y cuando le tocó a él contar una historia, lo hizo y fue en efecto una gran historia. Lo había aprendido de ella.

manuel_h dijo...

tierno e impresionante, precioso relato!!

besos

Anónimo dijo...

Niha, le tocó contar una gran historia, el final feliz que todos se merecían ;-) un besito

manuel h, muchas gracias, un besazo!