jueves, 2 de junio de 2011
madrid es siempre un tema recurrente, igual que hablar de mí
tengo la manía de los ciclos.
junio llegó entre tormentas y viento afilado,
justo en el momento de alejarnos del volcán
y ver el mundo desde arriba.
leo sobre mujeres
y sobre cárceles que construyeron hombres
para encerrar a mujeres.
a veces el mundo da vergüenza.
me avergüenzo de la gente que nos ve luchar
y nos mira como si fuéramos payasos.
yo sigo defendiendo la plaza y el derecho al pataleo.
los que abandonaron en 15 días las ganas de cambiar las cosas,
lo siento,
pero envejecieron de golpe.
hablo sola
porque a estas horas no quedará nadie despierto.
ayer fue el último día con los niños de tres años en el colegio.
para despedirnos les llevé unas golosinas.
ellos me cantaron cumpleaños feliz
en lugar de decirme adios
y me hicieron llorar de alegría.
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6 comentarios:
A mí también me da vergüenza el mundo y la conducta de muchos/as.
Pero lo que me da, es tristeza, de la gente que nos mira mal y se ríen de nosotros/as por decir "No" y "Basta ya". Queremos mejorar y no quieren, no les interesa, da todo tanto asco......Por eso hay que seguir ahí. Luchando.
Echo mucho de menos el leerte (más a menudo).
A veces las "recurrencias" (seguro que me he inventado la palabra, pero me da igual, imaginación al poder) son ricas.
No dejes por favor de ser tú.
Es lo que importa.
Qué bonito llorar de alegría!
l@s niñ@s no tienen vergüenza. es lo mejor que tienen. pero no lo saben.
creo que eso, lo de envejecer, siempre es algo que llega de repente, casi sin avisar. despertarse un día y darse cuenta que uno ya no puede creer en las cosas por las que se habría dejado matar.
Jo, qué razón tienes... yo envejecí un poquito, la verdad, pero es que hay cosas allí que tampoco me gustan. No pasa nada, cuando me arregle el problema de la cabeza, rejuveneceré seguro.
Besosss.
Pd: Que Madrid no deje nunca de ser recurrente, por favor! :))
Ni hablar de ti, claro ;)
ummm...es así como se aprovecha el tiempo: leer sobre mujeres, defender la plaza, estar despierta y escribir (como si hablases sola) y llorar de alegría.
Estar viva.
Un beso.
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